sábado, 15 de julio de 2017

DOBLE DIVORCIO PARA EL MAGNATE DE LAS BODAS

Lo más socorrido es meditar que la separación ha pesado en esta resolución, mas en ocasiones los razonamientos simples superan a los complejos. Alberto Palatchi tiene sesenta y ocho años, se ha separado de su esposa de siempre, el dinero no representa un inconveniente para él, ninguno de sus 3 hijos despunta como posible heredero de su imperio y tiene una nueva novia, Mónica Gómez-Cuétara, dieciocho años más joven, que vive entre la villa de Madrid, Miami y México. Agítese todo en una coctelera y el resultado es que ha optado por dedicarse a vivir en vez de estar entregado a la compañía. Pues, conforme cuentan sus cooperadores, “no concibe la administración si no está presente en el día a día”. Ahora apartemos los ingredientes de la mezcla para entender mejor el combinado.

Divorcio de Susana Galán. La resolución, conforme allegados al ambiente familiar, fue de ella. La pareja no estaba atada por intereses de tipo económico puesto que Galán pertenece a la familia dueña de la farmacéutica Almirall, valorada en más de dos mil millones, es consejera de Abertis, de La Caixa, está vinculada a unas veinte sociedades y tiene su inversora patrimonial. Mas cuando el amor se termina, o bien llega la certidumbre de la infidelidad, las resoluciones se precipitan. El matrimonio estaba casado en régimen de separación de recursos como ocurre por defecto en Cataluña.

Alberto Palatchi y su exmujer, Susana Galán, en la boda de Joan Fainé y Beatriz Salas en dos mil once. Alberto Palatchi y su exmujer, Susana Galán, en la boda de Joan Fainé y Beatriz Salas en dos mil once. GTresOnline
Contra lo que se ha contado en alguna ocasión Susana Galán no participaba ni en la propiedad ni en la administración de Pronovias. Tenía una sola acción que le daba derecho legal a ser administradora subsidiaria para asegurar que en el caso de enfermedad o bien fallecimiento de su exmarido  pudiese tomar resoluciones en la administración de la compañía, de la que Alberto Palatchi ha sido único accionista. Por lo tanto, en el instante de la separación solo ha habido que decidir el destino de ciertos recursos comunes: la casa de Puigcerdà en La Cerdanya y el piso de la calle Iradier en Barna para él; la mansión de Menorca y un nuevo piso en la capital catalana para ella. Fleco acá o bien allí, el pacto fue apacible y amistoso. Incluido que estaba claro que Galma, el velero del exclusivo astillero Wally bautizado con un acrónimo de los nombres de los 3 hijos de la expareja (Gabriela, Alberto y Marta), seguiría a cargo del empresario. Lo que no se sabe es si el navío que salió de los talleres del armador Luca Bassani abandonará sus cuarteles de invierno en el puerto de Palma de Mallorca para regresar a nutrir la pasión marinera de su dueño atravesando las aguas de la isla de Menorca como hacía cada verano.

Un imperio sin herederos.  Palatchi tenía claro que si bien Pronovias era una compañía familiar,  apostaba por una compañía profesionalizada. Preparaba a sus hijos para ser buenos accionistas y buenos dueños, mas no aspiraba a que fuesen ejecutivos. Gabriela, educada en internados suizos desde los trece años, estudió Marketing empresarial en la Babson College de la ciudad de Boston y Diseño de tendencia en la Parson School de Nueva York; mas se enamoró de Ediz Elhadef, un empresario turco con fama de playboy, se casó y se trasladó a Turquía para vivir su amor y recorrer el planeta. Alberto estudió Derecho, está vinculado a Pronovias como jefe de ventas en la ciudad de Nueva York y se ha implicado en política de la mano de Xavier García Albiol, el líder del Partido Popular catalán. Marta se licenció en Administración y Dirección de Empresas por ESADE en Barna y tras unas prácticas en la compañía familiar trabajó en Puig y ahora, en L’Oreal. La ilusión de que alguno de ellos acabaría por enamorarse de Pronovias se ha ido desinflando y con ella el interés del padre por sostenerla en sus manos.

Nueva relación sentimental. Alberto Palatchi ha durado poco en el mercado de los solteros cotizados. Poco tras su separación se hizo pública su relación con Mónica Gómez-Cuétara, de cincuenta años, nieta del cofundador de galletas Cuétara y también hija del autor de la compañía Risi. Ella creó en dos mil dos la compañía de imagen personal y de marca Image GC; fue una de las vanguardistas en España del personal shopping y da clases en escuelas de negocios que le hacen pasar largas temporadas en México DF, Bogotá y Miami, donde radica de forma frecuente. Asimismo tiene con el empresario catalán otro interés común: el diseño. Trabajó como diseñadora a lo largo de múltiples años para Carrefour y fue copropietaria de la marca de zapatos Chivi.

Inauguración de la tienda de Pronovias de la calle Velázquez de la capital española en el tercer mes del año de dos mil dieciseis. Inauguración de la tienda de Pronovias de la calle Velázquez de la villa de Madrid en el tercer mes del año de dos mil dieciseis. Kike Para
Futuro sin ataduras. Sumados todos estos factores, la resolución de vender su querida compañía y comenzar a gozar de su voluminoso patrimonio comienza a no sonar tan extraña. Singularmente si se tiene presente que Pronovias no ha sido un negocio tan boyante como en los últimos tiempos y que a Palatchi le resulta bastante difícil administrar depender de equipos con los que no se halla en especial a gusto. En verdad, su penúltimo directivo general, Manuel Ehrensperger, duró un año y 4 meses en el cargo y su último fichaje para el cargo, Andrés Tejero, es buen amigo que actúa más como consejero que como responsable ejecutivo, conforme aseveran fuentes conocedoras de la compañía.


En todo caso, aún queda un tiempo razonable a fin de que el empresario se adapte a su nueva vida, puesto que el pacto de venta de Pronovias prevé que prosiga como presidente hasta el momento en que se oficialice la adquisición y asimismo que recomprará un diez por ciento  de las acciones de la compañía, lo que le asegura un puesto en su Consejo de Administración. Quienes han trabajado con él hacen ya apuestas sobre cuánto tiempo va a tardar en nombrar un representante para no tener que padecer que otros tomen las resoluciones por él en la que hasta el momento ha sido su empresa.

Fuente: Celebra2.com

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