jueves, 9 de marzo de 2017

La cocina: consideraciones a tener en cuenta

Si eres de los que sueñan con poner una isla de cocina, esto es todo cuanto debes tener en consideración ya antes de decidirte por agregar este nuevo mueble a tu cocina sin arrepentirte…

Tener una cocina grande en la que quepa una isla de cocina es el sueño de no pocos para su casa… Las habituales cocinas norteamericanas tienen este práctico mueble central en la cocina, mas es conveniente tener en consideración múltiples aspectos ya antes de lanzarse a instalar una.

Aparte de decidir si es más conveniente en tu caso una isla de cocina fija o bien con ruedas, debes tener en consideración otros factores, sobre todo, el tamaño, la función y el estilo.

El tamaño de la cocina es esencial

El primer factor y más definitivo de todo es si tienes suficiente espacio en la cocina para una isla. Debes contar con por lo menos de uno con diez metros cerca de la isla a fin de que no resulte molesta y obstruya el natural desarrollo en la cocina. Si dispones de menos espacio, entonces lo mejor es decantarse por una pieza portátil con ruedas. De esta forma vas a poder moverla a placer o bien arrinconarla cuando no la necesites… Puedes aun servirte de un modelo de verdulero con encimera en madera o bien lacado (los tienes en Leroy Merlin desde sesenta euros en tamaño mediano).

Función de la isla de cocina


Otro aspecto a estimar ya antes de lanzarse a la reforma es el empleo que piensas darle a la isla de cocina. ¿Va a ser un espacio limitado a la preparación de comidas? ¿Deseas que sirva para desayunar? ¿Prevés un espacio multifuncional para diferentes actividades en la cocina? Tenerlo en cuenta es esencial, en tanto que la altura precisa para cada actividad puede cambiar substancialmente.


Por poner un ejemplo, si la isla de cocina solo va a servir como encimera, entonces cuenta con una altura de ochenta y siete-noventa cm. No obstante, para efectuar en ella desayunos o bien cenas informales, precisas ciento cinco cm, esto es, quince cm más de altura que para una encimera normal. En lo que se refiere al ancho, no es recomendable que la isla de cocina tenga más de ciento veinte cm, en tanto que si no, va a ser bastante difícil acceder a los espacios centrales.

Asimismo la utilidad que desees dar a la isla de cocina resulta determinante para escoger su localización. Hay casas donde la isla de cocina aparta entornos (en el caso de residencias abiertas sin apenas tabiques). Precisas, por servirnos de un ejemplo, tener un acceso simple al fregadero, la nevera y el horno o bien placa de cocina.


Si piensas usar la isla de cocina como barra de desayunos o bien cenas informales, precisarás taburetes y una encimera volada que deje acoplar sin inconvenientes piernas y pies debajo de ella… Si, al contrario, va a ser un espacio destinado a la preparación de comestibles y piensas instalar encima la placa de cocina, entonces debes contar con una campana encima, colgando del techo. Un fregadero asimismo puede resultar esencial cerca de la placa de cocina. Para todos estos elementos, precisas los servicios de un electricista y seguramente un fontanero.

Si el almacenaje en la isla de cocina es tu prioridad, ten presente la enorme pluralidad de espacios que existen: desde botelleros ad hoc hasta cajones o bien cestas si prefieres estanterías abiertas.


La iluminación

Indudablemente, vas a precisar iluminación extra para este espacio de la cocina. Las luminarias de techo quizás sean lo más conveniente, salvo que ya dispongas de iluminación en la campana sobre la isla de cocina.

Decidir el estilo

Las islas de cocina forman un foco de atención en las cocinas. Lo idóneo es que la isla de cocina asemeje el estilo general de los mueles de cocina. Mas ahora que se lleva la decoración sintética, quizás te guste poner una nota levemente rústica o bien vintage en la isla de cocina si el resto de la cocina es integrada y de aspecto minimalista… Asimismo se puede continuar la pauta de los panelados del resto de muebles, mas mudar las formas, por poner un ejemplo, agregando perfiles curvos, etcétera 


Al tiempo que un simple verdulero con encimera en madera o bien aluminio puedes hallarlo desde sesenta euros, puedes lograr un muebles con ruedas con superficie de madera (desplazable bajo la encimera) sobre los trescientos sesenta euros (en melamina y hecho a la medida). Los muebles-isla singulares tipo los de Williams-Sonoma que ves en las fotografías cuestan desde mil quinientos euros, y hasta cuatro mil euros.


Aprovechar el espacio central con este mueble es la mejor forma de sacarle partido a una cocina. Siendo un módulo apartado, que cuenta con sus 4 lados libres, ofrece una flexibilidad única. Se aprovechan sus costados, se favorece una circulación fluida y completa por la estancia a su alrededor y supone un espléndido elemento distribuidor y separador de entornos. Con lo que, si se cuenta con una sala de dimensiones medianas-grandes, puesto que lo idóneo es que la isla tenga un tamaño desprendido de cuando menos dos con cinco metros si deseamos cocinar en ella, esta es una alternativa más que aconsejable. Además de esto, es una pieza clave para promover participación y comunicación.


Contar con de la cocina en la isla nos deja cocinar de cara a los comensales, una forma perfecta de producir un tiempo de diálogo y complicidad. Los 3 elementos que debería unir son: placa de cocción, punto de agua y plano despejado para la preparación de comestibles.

Lo esencial a eludir en una isla es que carezca de espacio para cocinar y preparar los comestibles en los laterales. Esto fuerza a virarse de un lado para otro constantemente; algo poquísimo práctico. Es esencial dejar un buen espacio lateral para poder tener los aparejos que utilizamos mientras que trabajamos.

La isla es un complemento esencial para la preparación de los comestibles, una de las actividades más esenciales que se efectúan en la cocina. Como afirmábamos, contar con de un punto de agua acá es esencial. Esta vez, además de esto, los fogones eran tipo ranger, esto es rústicos, y de ahí que la opción mejor era ubicarlos en el módulo de la pared. Acá se patentiza que el espacio ideal que hay que dejar entre la isla y las encimeras adosadas al muro es de noventa cm. Puede ser algo menos, ochenta cm, o bien llegar hasta ciento diez cm. Más no es preciso ni cómodo, pues entonces las distancias son demasiado grandes y precisaríamos un patinete para ir de un lado a otro.
Mediterráneo Cocina by Nicolás Fotografía
Nicolás Fotografía
No es preciso tener una enorme cocina para poder instalar una isla. En un caso así vemos un espacio presumido, con una pequeña isla cuadrangular para la preparación de comestibles. 
Esta isla asimismo sirve para separar la zona de cocina de la zona de comedor, al tiempo que destaca la decoración del entorno siendo de madera natural.

Lara Pujol | Interiorisme & Projectes de Disseny
Las islas dan mucho juego. Acá vemos una que tiene adosada una mesa para comer a un nivel más bajo. Merced a un punto de agua, es el espacio preferente para preparar comestibles. Si bien la cocina es muy cuadrangular y angosta, esta isla -que no debe hacer más de ochenta cm de ancho- ayuda a sacar el máximo partido al espacio. 

En cualquier caso, resulta conveniente aclarar que una cocina no es una pista de baile, sino hay que aprovechar el espacio central, siempre y cuando deje una circulación conveniente. La isla favorece una sala más participativa, puesto que podemos estar preparando comestibles o bien limpiando aparejos mientras que hablamos con los comensales que están sentados en la mesa/barra. Hay siempre y en toda circunstancia que apostar por una isla que se adapte sencillamente al espacio del que dispongamos.

En las cocinas americanas, las islas son un factor esencial pues habitualmente sirven de mesa para comer. En este lumínico piso abierto, la isla se emplea tanto para preparar comestibles como comedor, merced a unos taburetes preparados alrededor suyo. 
Acá se juega con 2 materiales: el acero, que la acerca a la estética de la cocina, y la madera, relacionándola con la zona sala de estar, estableciendo de esta forma un diálogo que deja aunar visualmente el espacio y crear una armonía agradable.

La isla puede ser un factor de decoración esencial de la cocina. Acá vemos una hecha con un mueble de madera rústica, con mucha personalidad. Tiene un punto de cocción de vitrocerámica y el extractor semeja una lámpara, de forma que queda todo muy integrado en el espacio abierto, con carácter. Más que una isla, acá se trataría de una península, puesto que está adosada a la pared. No obstante, se levanta como puente entre la zona cocina y la zona comedor, con exactamente el mismo mecanismo que hemos visto anteriormente: deja cocinar viendo a los comensales sentados en el comedor.

Las medidas ideales para una isla son entre doscientos cincuenta-doscientos setenta cm, lo que deja poner los fogones, preparar comestibles con una tabla de recortar y un cubo de basura inferior, como contar con de un punto de agua. No es preciso moverse de este frontal de trabajo: comodidad máxima. Detrás, vamos a poder instalar las neveras, los guardarropas de almacenaje, etcétera Aparte, se puede cocinar de cara a los comensales y asimismo a la apertura al jardín.
La campana puede ir al techo, mas asimismo se pueden poner otros modelos de sobre-encimera para dejar aún más despejado el espacio superior. El cambio de nivel, unos quince-veinte cm, con una barra alta deja romper la visión de los comensales que están en la zona comedor y que no ven -jamás mejor dicho- lo que se cuece en la cocina.

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